Zaragoza.- La igualdad, los salarios dignos y la inversión productiva en un contexto económico "negativo" son las tres reivindicaciones que centrarán la manifestación convocada por UGT y CCOO para el próximo jueves en Zaragoza, con motivo de la celebración del Primero de Mayo, Día Internacional del Trabajo.
Los secretarios generales de UGT Aragón y CCOO Aragón, Julián Lóriz y Julián Buey, respectivamente, presentaron en rueda de prensa en la capital aragonesa los actos organizados para el próximo jueves, Día del Trabajo, que este año lleva como lema "Es el momento de la igualdad, el salario digno y la inversión productiva".
La manifestación partirá a las 12:00 horas de la plaza San Miguel y llegará hasta la plaza Aragón, donde se leerá un manifiesto con el que los participantes reclamarán avances en los valores universales de la justicia, la libertad, la igualdad y la paz, así como en los derechos laborales y sindicales, en un momento en el que todavía muchas personas "han perdido la vida o sufren represión por sus actividades sindicales".
Julián Buey recordó en que la situación económica de los últimos quince años ha sido de "crecimiento sostenible" y concretamente en el caso del 2007 de "crecimiento excepcional", también en Aragón, donde se han batido "récords históricos", aunque hizo hincapié en que en estos momentos ya comienzan a apreciarse "elementos de preocupación".
A su juicio, la economía está sufriendo un "enfriamiento" y aunque el proceso no es "alarmante" sí se debe tener en cuenta que el paro ha aumentado, el crecimiento económico es menor y hay un repunte inflacionista, elementos que urgen "cambios en el modelo productivo".
Incrementar el peso del sector industrial, mejorar las infraestructuras y los equipamientos e invertir en "el factor principal que genera riqueza, el factor humano", son algunas de las fórmulas que, según Buey, son necesarias para afrontar esta situación, así como "garantizar buenos salarios" para reactivar el consumo y la economía.
Por su parte, Julián Lóriz lamentó que estamos en un "mundo muy injusto" en el que decenas de países sufren la carestía y escasez de alimentos, por lo que consideró que el Día del Trabajo es un buen momento para reflexionar y debatir sobre el reto del movimiento sindical: responder globalmente a esta situación.
Resaltó que los trabajadores no son "responsables" de la nueva realidad económica, y por eso dio un "no rotundo" a las "recetas de siempre de congelación salarial y menos impuestos" en las que ellos son los "paganos".
Ante la amenaza de la "desaceleración económica" hay que hacer una apuesta por el diálogo social, por la igualdad, por la mejora de los salarios, por los avances sociales, por la inversión en I+D+i y por las nuevas tecnologías de la información y comunicación.
En el manifiesto que se leerá el próximo jueves también se hará referencia y se mostrará solidaridad con la situación que sufre el pueblo iraquí, los pueblos del Sahara, Palestina o el Tíbet, y se exigirá a la comunidad internacional la "búsqueda de salidas urgentes a los conflictos que padecen".
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