A CORUÑA.- ¿Qué es un blog? Es la pregunta a la que todos buscan respuesta y que tiene (y cada vez más) una casi imposible contestación. Vayamos a unas definiciones convencionales: ¿un medio de comunicación? ¿una tecnología? Entonces estaremos de acuerdo en que son blogs desde The Huffington Post (el tercero con mayor valor económico según algunas estimaciones) al propio soitu.es. Y entonces, ¿qué es Piel digital? ¿y mi humilde blog personal?
Pero ¿qué es un periódico digital? El País, El Mundo, The Guardian… pero también The Huffington Post y soitu.es son medios digitales que usan principalmente texto… pero no únicamente. Los contenidos audiovisuales circulan por sus 'páginas' y son más que complementos, tanto para los 'nativos digitales' como para los hermanos pequeños digitales de las grandes cabeceras en papel. Por tanto son medios… pero también serían blogs. Juan Varela, mi vecino de 'contenedor', se ha ido al IX Congreso Nacional de Periodismo Digital de Huesca para descubrir que (aún) no hay modelo para los medios digitales (Un modelo de periodismo para cada digital) después de asistir a un taller de directivos de medios digitales.
Quizás las cosas empiecen a no estar tan claras y en el lugar donde hasta hace poco existía un solo modelo (el 'medio escrito' y en papel), poco después aparecieron dos (los medios tradicionales con versión digital y los blogs). Pero esto no era más que el principio y la historia empezó precisamente por los extremos de lo que ahora es una enorme, y caótica, diversidad. En poco tiempo el espacio entre medios y blogs se ha empezado a llenar por todo tipo de experimentos y proyectos: amateurs y profesionales, individuales y colectivos, comerciales y sin ánimo de lucro, temáticos y generalistas, caóticos y sistemáticos… Y además, ahora los medios tienen blogs y algunos blogs se convierten en medios (véase el caso del Huffington Post). Y aquí empiezan los problemas.
Al menos eso piensa Marc Cuban, blogstar en Blog Maverick y multimillonario propietario de los Dallas Mavericks. En Blogging and Newspapers, a Lesson in How Not to Brand and Market defiende apasionadamente algo polémico: los medios no deberían incluir blogs. Todo empezó por su decisión de prohibir a los bloggers la entrada a los vestuarios de su equipo de la NBA, incluso a aquellos procedentes de grandes medios. ¿Cómo seleccionar qué bloggers podrían o no entrar? Para Cuban no era válido como criterio de calidad ni la pertenencia a un gran medio ni el ánimo de lucro ('los profesionales'). Y ha decidido cortar por lo sano: que no entre ninguno.
Toda esta historia le lleva a esta conclusión radical: "Which leads to my firm belief that newspapers having 'bloggers' is easily one of the many bad decisions that newspapers have made over the past 10 years". O sea, que la peor decisión de los periódicos en esta última década ha sido incluir bloggers. Para Cuban, el activo más importante de una empresa de comunicación es su imagen de marca y debería hacer todo lo posible para conservarla y mejorarla. Y abrir blogs supone un serio riesgo.
Por ejemplo, The New York Times incluye blogs (algunos muy populares) en su sitio web. Pero, dado que no está claro qué es un blog, ¿qué quiere decir que el New York Times tenga blogs? No nos dice nada sobre su calidad o contenido; realmente, como término genérico, solo nos dice que usan una tecnología, un formato y un estilo que de facto es ya casi universal en las publicaciones digitales. O sea, nada diferencial.
Como dice Cuban los propietarios del Times esperan que la marca de su periódico se extienda a sus blogs y así sus lectores, siempe escasos de tiempo y enfrentados a enormes cantidades de información, los seleccionen en detrimento de otros «independientes». Pero, como debería ser obvio, los lectores acabarán leyendo los blogs del Times y decidiendo por sí mismos cual es su calidad, y terminarán eligiendo los que más les interesen, estén o no bajo el paraguas de la cabecera. Pero el Times corre un serio riesgo: en lugar de que el lector asigne la calidad del Times a sus blogs, puede que éste asigne la calidad de sus blogs al Times y se acabe resintiendo lo más valioso que tiene la empresa: su imagen.
Una buena prueba de que un blog es sólo un blog, o sea nada definido y definible, son los consejos que Paul Boutin hace en The New York Times para aquellos que quieran convertirse en blogstars (So You Want to Be a Blogging Star?). Para ello le ha pedido recomendaciones a algunas estrellas de los blogs norteamericanos como el propio Mark Cuban, Xeni Jardin (BoingBoing), Ted Dziuba (Uncov) o Glenn Reynolds (Instapundit). Estas son las conclusiones:
Parecen obviedades (de hecho lo son), pero en realidad están definiendo, en negativo, lo que es un blog: no es una profesión (pero algunos acaban siendo profesionales), pueden (o no) proporcionar ganancias, hablan de todo (y muchos de nada concreto), y se publica cuando y como se quiere (o sea, no se atienen a ningún estándar de frecuencia o estilo).
Como dice Francis Pisani, haciendo también referencia al artículo de Paul Boutin, un blog no es casi nunca un buen negocio, aunque algunos pueden serlo. Y como explica Raúl Hernández, con conocimiento de causa, ser blogger no es tampoco buen negocio. O si. Un blog no es más que una extensión digital de la vida de una persona y el principal beneficio que proporcionan al 99.99% de los bloggers se sitúa en el ámbito de las emociones y la economía del regalo.
Pero entonces, como decía al principio ¿qué es Piel digital?
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