Las tontas y feas, sin tetas y con chepa, no se comen una rosca

Largo título el de hoy, lo reconozco. Pero imprescindible, puesto que define a la perfección el nuevo y ambicioso proyecto profesional que, desde este modesto blog, quiero poner a disposición de todas las productoras y cadenas de televisión que dispongan de presupuesto. Se trata de una nueva serie, aún por escribir, pero perfectamente definida, que cuenta con todos los ingredientes para ser un éxito absoluto y arrollador. No puede fracasar: será una sucesión de tópicos denigrantes sobre la mujer.

Si han triunfado 'Yo soy Bea' y 'Sin tetas no hay paraíso', y ayer se estrenó a bombo y platillo 'Las tontas no van al cielo' (Antena 3)… ¿Por qué no vamos un poco más lejos y hacemos el producto televisivo misóginamente perfecto? Es decir, una ficción que más que humillar a las mujeres, las desprecie, las vilipendie y las escupa en un ojo para, después, utilizarlas como objetos de Todo a un euro y burlarse de todos sus posibles defectos.

Si no existiesen, los defectos, se inventarían, y se engordarían hasta que la burla resultara tan tópica como cruel y sangrante. Las protagonistas de nuestra serie nunca serán, lógicamente, mujeres normales y corrientes: en el casting tendremos que afinar para contratar o bien espantajos deformes o macizas de calendario. Como tiene que ser.

Como es. Antena 3 estrenó ayer 'Las tontas no van al cielo', el clásico culebrón 'celebrities'. Es decir, basado en las vidas y milagros de los ricachones de algún país latinoamericano donde la mayoría de la población tiene que luchar cada día por sobrevivir. En este caso, México. Ya saben, esos culebrones con sus chuloputas y sus fulanillas como protagonistas. Un auténtico asco en el que siempre salen perdiendo las mujeres: las amigas de la novia, en bikini, bailan sumergidas en una piscina. El novio, en una despedida de soltero, rodeado de bailarinas medio en pelotas, termina en la habitación de un hotel sucumbiendo a una conejita depredadora. Lo que son las mujeres…

Objetos. Algunos tan horrorosos como Bea, el esperpento femenino de Telecinco, que se ve obligada a iniciar la próxima semana su transformación física. Y es que 53.849 capítulos después, está claro que esta secretaria modelo, por muy eficaz y buena persona que sea, no llegará a nada en la vida si no mejora su aspecto. Y no les digo nada de las putillas de 'Sin tetas no hay paraíso', alicatadas hasta el cuello y siempre en manos de hombres todopoderosos.

'Las tontas y feas, sin tetas y con chepa, no se comen una rosca' pretende alcanzar el éxito de audiencia aglutinando todas las miserias que nos muestran cada día las series de televisión misóginas. ¡Nos esperan brutales récords de audiencia, queridos amigos! Tengan en cuenta que lo haremos sin miedo, sin timidez, sin escrúpulos.

Un motivo para no ver la televisión

Pobre, paralítico y muerto.
Autor: Rafael Azcona.
Editorial: Ediciones Arión. Colección La Tortuga.

Compré la primera edición de este delicioso libro, publicado en 1960, hace poco más de dos años en la sección de rebajas de La casa del libro, en Madrid. Menos de cuatro euros. Formaba parte de una columna formada por más de cien ejemplares iguales, recuperados de algún almacén abandonado. Todos impecables, con su papel algo amarillento, su portada y sus ilustraciones de Lorenzo Goñi, y su texto dividido en tres capítulos: 'Pobre', 'Paralítico' y 'Muerto'.

Basándose en la segunda narración de ese libro, 'Paralítico', Marco Ferreri rodó 'El cochecito'. Hace dos años Azcona, puede que nuestro mejor guionista, era el ejemplo perfecto de genio desconocido. Ha sido un gran escritor, pero sobre todo ha sido un hombre tan brillante como prudente, modesto y tranquilo. En estos tiempos plagados de vanidosos mediocres, de arrogantes, engreídos, soberbios y petulantes, Azcona era la demostración palpable de que es posible ser un sabio y una buena persona. Descanse en paz un hombre excepcional.