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GP de Malasia: Räikkönen y Ferrari son de otro planeta

Por CRISTIAN MESTRES (SOITU.ES)
Actualizado 23-03-2008 11:10 CET

BARCELONA.-  Kimi Räikkönen devolvió a Ferrari a la senda perdida anotándose un cómodo triunfo en el Gran Premio de Malasia, celebrado esta mañana en el circuito de Sepang. Sus acompañantes en el podio fueron dos inéditos en estas lides en 2008, Robert Kubica y Heikki Kovalainen, mientras Fernando Alonso sumó el punto de la octava plaza. Hamilton, quinto, conserva el liderazgo del mundial de pilotos.

La tranquilidad ha vuelto al mundial de Fómula 1. En Malasia, ni accidentes, ni roturas mecánicas (bueno, alguna sí, la de Sebastian Vettel, que envió el quinto V8 Ferrari del año al desguace) ni safety cars, ni la esperadísima lluvia; y ni siquiera dominio de McLaren-Mercedes. Sepang demostró lo que apuntaban las cábalas de invierno: sin problemas técnicos de por medio, Ferrari juega en otro planeta. De hecho, la Scuderia se habría anotado el doblete con suma facilidad de no mediar el abandono de Felipe Massa por salida de pista. McLaren no fue la de Australia, y su puesto como segundo espada lo heredó provisionalmente BMW, que se impuso, Kubica mediante, en el cuerpo a cuerpo con Kovalainen. Ojo a los alemanes, van a dar mucho que hablar en próximas carreras.

El Gran Premio de Malasia disfrutó de la primera salida limpia del año. Los Ferrari se escaparon del pelotón con Massa por delante de su compañero, y justo por detrás se vieron los primeros golpes: Alonso y Heidfeld, en su intento por defender su posición de partida, se fueron a la zona sucia del primer viraje, permitiendo a los dos McLaren escalar dos puestos más. Sébastien Bourdais, por salida de pista, y Timo Glock, que se tocó con Nico Rosberg, fueron los únicos daños colaterales del primer giro.

La prueba se instaló en una calmada atmósfera a partir del segundo paso por meta. Los Ferrari delante, seguidos de Kubica y el dúo Webber-Hamilton, que protagonizaría minutos y minutos de televisión sin mediar adelantamiento alguno. Alonso quedaba rezagado a la novena plaza, atrapado entre David Coulthard y Nick Heidfeld. La superioridad del BMW respecto al dúo de Renault (uno oficial, el que no corre, y otro satélite, el Red Bull, que funciona mucho mejor) acabó en la tercera vuelta, momento en que más de uno saltó de su asiento por primera vez: Coulthard salió algo pasado del viraje de entrada a la recta de contrameta, regalando a Alonso un insuficiente rebufo. El escocés se fue a la derecha para protegerse del intento de adelantamiento del asturiano, cuya velocidad punta impedía completar la acción, pero olvidó por un momento tapar a Heidfeld, que se hizo fuerte en el interior y pasó con comodidad a sus dos rivales en la frenada. Dos curvas después, Fernando remató a DC con un interior de manual en el segundo viraje. De noveno a décimo para acabar noveno, al fin y al cabo.

La primera parada invirtió la tortilla en cabeza. Massa entró en boxes en el 16º giro, circunstancia que aprovechó su compañero para enjugar el segundo de margen que les separaba antes de detenerse 5.500 metros después. A la salida de boxes, Räikkönen primero y Massa segundo. Como con Barrichello en los viejos tiempos…

McLaren llamó a Lewis Hamilton una vuelta después. El británico, ahogado a rebufo de Webber, perdió otros 19,9 segundos extra al engancharse la pistola neumática de su rueda delantera izquierda. Sus opciones de podio se esfumaron por completo al reintegrarse al circuito… tras Webber. Otra vez. Kovalainen tuvo mejor fortuna en el siguiente giro, y su parada se resolvió sin incidente alguno. El líder provisional por entonces era Robert Kubica, cuyo ritmo de carrera evidenciaba que el resultado del sábado no era casualidad. Ojo a los BMW, cada vez están más cerca de Ferrari y McLaren.

La segunda escena del Gran Premio quedará señalada por el abandono de Felipe Massa, que perdió la zaga del F2008 en el paso por la novena curva de la vuelta 27. En esos momentos, el brasileño perdía terreno poco a poco con su compañero, lo que le descartaba prácticamente de las quinielas por el triunfo. Un año más. En cualquier caso, flaco favor hace este accidente a la carrera del brasileño, que ve cómo la cadena de rumores que coloca a Sebastian Vettel en su monoplaza no cesa de crecer y cargarse de fundamento.

Con el podio adjudicado para Räikkönen, Kubica y Kovalainen, las cámaras se centraron en el duelo Hamilton-Trulli y Alonso-Webber. El inglés, una vez se quitó del medio a Mark Webber en su segundo repostaje, se lanzó a un ritmo endiablado a por el primer piloto de Toyota, que había vivido hasta ese momento una carrera tranquila. Idéntica tesitura para Fernando Alonso, que soñaba con la séptima plaza a costa del Red Bull del australiano. Sin embargo, ni uno ni otro logró rematar la faena. Y entre ambos, Nick Heidfeld que, ajeno a la tranquilidad de su posición, se descolgó con la vuelta rápida a dos giros del final. Por si alguien tenía alguna duda de que el BMW funciona.

A la caída de la bandera a cuadros, Kimi Räikkönen firmó el 16º triunfo de su carrera deportiva, estadística que le iguala con Alonso, Robert Kubica el mejor resultado de su carrera deportiva y Kovalainen saboreó las mieles del cajón por segunda vez. En el mundial, Hamilton conserva, gracias a los 5 puntos de la quinta plaza, el liderazgo provisional de la división de pilotos, seguido de Räikkönen y Heidfeld. Alonso ocupa la séptima plaza provisional.

Y del horno malayo al calor del desierto de Bahréin, país que acogerá el próximo Gran Premio de Fórmula 1 el próximo 6 de abril.

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