No es ninguna novedad que muchas celebrities licencien su nombre para vender fragancias de todo tipo; de hecho, raro es el famoso que no ha lanzado un aroma que se llame como él o ella dado el éxito que suponen: Jennifer Lopez, Britney Spears, Mariah Carey, Kylie Minogue, Sarah Jessica Parker… Proporciona pingües beneficios y ya se encargan otros de fabricarla e incluso de ponérsela (a ver cómo demuestra Céline Dion que se echa su propia y bastante apestosa colonia). Antonio Banderas, Carmen Sevilla y otros famosos patrios también tienen sus fragancias propias, claro que si las usan o no, sigue siendo un misterio.
No vamos a hablar de la calidad de estos aromas (dejémoslo en que "sobre gustos no hay nada escrito") sino a destacar el filón que han encontrado las firmas de cosmética en los famosos, que últimamente han ampliado su oferta de productos hasta cubrir casi cualquier parte del cuerpo. ¿Nos pareceremos más a ellos si los utilizamos? Ejem…
Una de las primeras en lanzar su propia línea de cosmética fue la modelo (y también modélica esposa de David Bowie) Iman, que tiene Iman Cosmetics desde 1994. Se trata de una colección de maquillaje especialmente dedicado a las mujeres de color, aunque con el tiempo ha ido ampliando su oferta hacia todos los tonos de piel. Hoy día tiene un relativo prestigio y el hecho de que se siga vendiendo ya dice bastante del éxito que ha tenido.
Otra modelo que quiere que seamos todas casi tan bellas como ella es Heidi Klum, que con la casa Victoria’s Secret ha firmado algunos productos de maquillaje en edición limitada. No podía ser menos esa máquina de hacer dinero con su nombre llamada Victoria Beckham; la ex Spice tiene una colección de maquillaje, V-Sculpt, que se vende únicamente en Japón, donde es aún más estrella que en Europa. No podremos emitir una opinión de sus sombras de ojos hasta que no hagamos una incursión al país del sol naciente, pero sí os podemos confirmar que su vídeo de presentación es muy gracioso, con ella toda simpatía presentando su marca. Coloretes, sombras, máscara, eye liner, glosses… Los colores imprescindibles para ser una auténtica Posh en tu propia casa (japonesa).
Por paradójico que pueda parecer, dado que muchas veces tiene el pelo como la estopa, Kate Moss ha lanzado una línea de cuidado capilar con su amigo y estilista James Brown. La realidad es que la modelo no ha estado en el laboratorio buscando el acondicionador perfecto, sino que el peluquero se ha inspirado en ella para crear estos nuevos productos; sin duda, con la presencia de Kate venderá mucho más champú, pero me reafirmo en el hecho de que la modelo no es un buen ejemplo de salud capilar.
También con su amigo peluquero Ken Pavés la cantante Jessica Simpson ha puesto a la venta unas extensiones de pelo llamadas Hair.do. Hemos de suponer que entre Ken y ella, inspirándose en la multitud de veces que la ha peinado, han ideado estos postizos tan kitsch, pero Jessica aporta poco más que imagen y nombre a este producto.
La próxima que nos va a sorprender en breve con una gama de cosmética y fragancias es la cantante de punk (blandito) Avril Lavigne, que en diciembre ya licenció su nombre para este fin. La cantante de 23 años pretende vender no sólo colonias, sino también aceite de baño, jabón, gel de ducha, champú, desodorante, toallitas, leche de baño, polvos de talco y una infinidad más de potingues con los que embellecernos y perfumarnos. Recemos para que, bajo ningún concepto, le dé por diseñar moda a tenor de lo visto últimamente.
Una reciente noticia que afirma y reconfirma que Amy Winehouse va a lanzar su propia línea de maquillaje. ¿Curioso? ¿Paradójico? ¡Un disparate! Tal y como la hemos visto últimamente, y no hablamos de su errático comportamiento sino de la desastrosa pinta que ha lucido en los últimos meses no parece hacerla el mejor ejemplo estético a seguir. Sabemos que su estilo es ampliamente imitado por las jovencitas, aunque algo más suavizado: su característico eyeliner, su cardado imposible, sus tatuajes retro… Pero no deja de chocar que pueda llegar a ser imagen oficial de ningún cosmético viendo que es más fácil encontrársela con look de resaca que arreglada como para asistir a una gala.
Y este despropósito conduce a una fantasía: líneas imposibles que lleven el nombre de otras famosas. Por ejemplo, ¿qué tal una gama de tratamientos faciales amadrinados por Jocelyn Wildenstein? Al fin y al cabo, ella es una gran experta en cosmética, aunque con unos resultados muy particulares. También sería paradójico que Kate Moss, que fuma unos 30 cigarrillos al día, nos quisiera vender aparatos de gimnasia con su nombre. Aunque, sin duda, la reina de las contradicciones sería Cher vendiendo ropa prêt à porter para mujeres sencillas y elegantes. ¡Hagan sus apuestas! ¿Cuál será la próxima frikez que nos quiera vender un famoso?
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