¿Quién no conoce la famosa canción de Juan Luis Guerra, la Bilirrubina? Nos ha acompañado durante casi 20 años y, sin embargo, pocos son los que conocen que tras esta canción se esconde una persona con hepatitis por transmisión sexual.
Como me imagino que no habrán estado aislados socialmente durante los últimos 17 años, parto con la idea de que todos ustedes la conocen. Pero para refrescarles la memoria y despertarles la nostalgia, aquí va el vídeo con la cancioncita:
Y la letra, sin repeticiones de los estribillos, para posteriormente analizarla:
Oye, me dio una fiebre el otro día
por causa de tu amor, cristiana
que fui a parar a enfermería
sin yo tener seguro de cama.Y me inyectaron suero de colores, ey
y me sacaron la radiografía
y me diagnosticaron mal de amores, uh
al ver mi corazón como latía.Oye, y me trastearon hasta el alma
con rayos equis y cirugía
y es que la ciencia no funciona
sólo tus besos, vida mía.Ay negra, mira búscate un catéter, ey
e inyéctame tu amor como insulina
y dame vitamina de cariño, ¡eh!
que me ha subido la bilirrubina.Ay...
Me sube la bilirrubina
¡ay! me sube la bilirrubina
cuando te miro y no me miras
¡ay! cuando te miro y no me miras
y no lo quita la aspirina
¡no! ni un suero con penicilina
es un amor que contamina
¡ay! me sube la bilirrubina.
A primera vista la declaración puede resultar muy romántica. Pero, ¿y si dejásemos de un lado la metáfora y nos ciñéramos estrictamente a los datos que nos detallan? Médicamente hablando y tras descartar desde el principio en nuestro diagnóstico diferencial el mal de amores como causa de aumento de bilirrubina (somos así de pragmáticos), ¿qué es lo que verdaderamente lo ha podido causar?
Adéntrese conmigo en el frío e insensible mundo de la medicina y sus diagnósticos diferenciales y compruebe hasta qué punto la realidad se aparta de la ficción. Tanto, como para terminar destrozando el bonito y romántico mensaje de la melodía. Si es usted romántico, aún está a tiempo de no seguir leyendo y podrá seguir escuchando esta canción con los mismos inocentes ojos (o mejor dicho, oídos) que siempre. Si por el contrario quiere saber que hay de verdad tras la canción, les ofrezco la pastilla roja, y les enseñaré cómo de profunda es la madriguera del conejo.
Para empezar, el protagonista de nuestra canción, no tiene una "subida de la bilirrubina" sin más. Tiene lo que médicamente se llama una ictericia. La ictericia consiste en una elevación de los niveles de bilirrubina que, tras cierta cantidad, termina provocando una coloración amarillenta de la piel y mucosas. La tan mencionada bilirrubina es un compuesto procedente de la hemoglobina de los glóbulos rojos y un signo de enfermedad y de que algo no marcha bien. Nuestro Romeo tendría un color de piel muy sexy, con unos ojos especialmente bonitos, brillantes y realzados:
Ahora ya pueden entender uno de los estribillos y por qué la muchacha no miraba a Romeo:
Me sube la bilirrubina
¡ay! me sube la bilirrubina
cuando te miro y no me miras
¡ay! cuando te miro y no me miras.
Las causas de una ictericia son muchas y muy variadas. Para organizarlas esquemáticamente se dividen en:
-Causas Prehepáticas. Significa que ha habido algo antes de llegar al hígado que ha hecho que la bilirrubina se eleve muchísimo desbordando la capacidad del hígado para eliminarla. Se debe a la destrucción masiva de glóbulos rojos, ya que tienen el precursor, la hemoglobina, que al degradarse se termina transformando en bilirrubina. Puede ser por hemorragias, transfusiones incompatibles, tóxicos, drogas, medicamentos...
-Causas Hepáticas. Como el hígado es el lugar en donde se metaboliza la bilirrubina para eliminarlo, si este órgano se trastoca, también lo hará la eliminación de la bilirrubina. Que normalmente pasaría a la bilis, desechándose junto con las heces y, en mucha menor proporción, también se eliminaría por la orina. Puede ser provocado por hepatitis agudas y crónicas de causas diversas, pero las más frecuentes son las infecciosas virales.
-Causas Post-Hepáticas. Hay algo después del hígado que provoca que la bilirrubina metabolizada que sale del hígado no pueda llegar a eliminarse. Por ejemplo, un cálculo o un tumor que bloqueen las vías biliares.
Los pocos datos que nos dan en la canción hacen difícil la elección de una causa concreta. Pero hay una serie de cosas que se deducen con la canción:
1-El protagonista es joven. Y no se menciona ningún accidente ni traumatismo. Ya podemos ir descartando, casi seguro, tumores, hepatitis alcohólica, hepatitis crónica, cálculos biliares, hemorragias y trastornos autoinmunes.
2-Tiene fiebre antes o durante la aparición de la bilirrubina y ésta se ha desarrollado muy rápidamente, en cuestión de días:
Oye, me dio una fiebre el otro día
por causa de tu amor, cristiana
que fui a parar a enfermería
sin yo tener seguro de cama.
3-Tiene fiebre y lo achaca a "causa de tu amor". Deducimos que ocurrió algo unas semanas antes que el protagonista conoce y no detalla, pero que lo relaciona con su estado.
4-No menciona la ingestión de tóxicos, medicamentos, drogas ni transfusiones. Podríamos intentar sacarle algo durante el interrogatorio e intentar aclarar si el "suero de colores" no se debe a un estado alucinatorio consecuencia de la ingesta de LSD.
5- Es "un amor que contamina". Esta afirmación nos acerca a una causa infecciosa de transmisión sexual.
Así pues, con todos los datos recogidos anteriormente, destacamos:
-La juventud del protagonista
-El curso agudo y rápido de la ictericia
-La fiebre
-La "causa de tu amor" de días o semanas antes de la fiebre.
-"El amor que contamina".
Todo esto hace pensar, con mucho, que la causa más probable de la ictericia de nuestro Romeo es, ni más ni menos, que una Hepatitis Aguda Vírica tras un encuentro sexual con su amiga. Podría tratarse de una Hepatitis B o una Hepatitis C. La hepatitis B se transmite mucho más fácilmente por vía sexual que la hepatitis C (en donde se cuestiona esta vía de transmisión), lo que lo haría más probable. Pero el periodo de incubación es entre 1 mes o medio año. Lo que hace más probable que se trate de una Hepatitis C (debido a la presencia de alguna herida o desgarro en genitales) que tarda unas semanas desde el contagio hasta que empiezan a desarrollarse los síntomas. Lo que va más en contexto con el esquema temporal de la canción. Sería recomendable, para confirmar y concretar el diagnóstico, un análisis de los marcadores víricos hepáticos. Como segunda causa más probable sería un síndrome de Gilbert,
Tendremos que vigilar a Romeo porque puede desarrollar con las décadas una hepatitis crónica, que termine en una cirrosis y un cáncer hepático. Y a esas alturas, ya no le quedaría creíble aquello de:
Me sube la bilirrubina
¡ay! me sube la bilirrubina
cuando te miro y no me miras
¡ay! cuando te miro y no me miras.
Ya ven, casi dos décadas escuchando una canción sobre una hepatitis aguda vírica por transmisión sexual y seguro que la mayoría ni se lo imaginaba.
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