BARCELONA.- ¿Sabíais que existe una Campeonato del Mundo de motoristas de acrobacias? De hecho, su nombre oficial es Indoor Streetbike Freestyle World Championship (ISFWC). Se trata, para que nos entendamos, de realizar piruetas en pista cubierta con motos de carretera. Y, como todo Mundial, tiene un vencedor: el alemán Chris Pfeiffer ha sido coronado en Zurich, por segundo año consecutivo.
Pfeiffer es en la actualidad el stunter más reputado y, hoy por hoy, el mejor representante de una modalidad prácticamente desconocida para la mayoría de la gente. Aún así, al igual que su prima hermana del off road, el freestyle mx, en los últimos veinte años está experimentando un auténtico boom, sobre todo en países del centro y sur de Europa.
El freestyle stunt riding no es más que, simplificándolo mucho y con todo lo que ello supone, realizar piruetas con una moto de carretera, algo que quien más quién menos en algún momento de su vida ha probado con mayor o menor fortuna. Y como el freestyle mx llama a sus piruetas tricks (literalmente, trucos).
Los primeros antecedentes de este deporte en crecimiento se remontan prácticamente al mismo nacimiento de los vehículos de motor. Sin embargo, en el caso de las motos se considera a Geoff Duke, multicampeón británico de velocidad, como uno de los pioneros allá por los cincuentas. De todos modos, el primer gran incono de los stunt riders es el estadounidense Robert Craig «Evel» Knievel, un popular motociclista de acrobacias de la década de los sesenta y setenta fallecido el año pasado que inspiró personajes de series de dibujos animados tan populares como The Simpson, Lance Murdoch, hasta superhéroes del cómic tan radicales como Ghost Rider, conocido en España como «El motorista fantasma» y que en 2007 estrenó versión cinematográfica. Aún así, el freestyle stunt riding como se entiende hoy tiene en el hispano brasileño Antonio Carlos Farias a su padre.