Treinta años de democracia, nueve elecciones parlamentarias (con estas diez), y aún tenemos dudas sobre lo que pasa desde que depositamos nuestro voto en la urna, hasta que los partidos se reparten los escaños del Congreso, y se elige presiente del Gobierno. ¿Valen lo mismo todos los votos? ¿Es lo mismo votar en Ceuta que en Madrid? ¿Qué pasa si voto en blanco? ¿Y si no voto?
La culpa de todo este embrollo la tiene un tal Víctor d'Hondt, un jurista belga que, en el siglo XIX se inventó un método para hacer reparticiones proporcionales. El sistema acabó utilizándose en política para hacer el reparto de escaños de un parlamento y hoy en día se aplica en Argentina, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chile, Colombia, Croacia, Ecuador, Eslovenia, Finlandia, Guatemala, Irlanda, Israel, Japón, Países Bajos, Paraguay, Polonia, Portugal, República Checa, Suiza, Turquía, República Dominicana y Venezuela. En España elegimos diputados de esta forma desde 1977.
D'Hont es una especie de juego matemático. ¿Las reglas?:
Una vez finalizados los comicios, dibujamos una tabla con los resultados de los partidos que hayan obtenido porcentajes más altos. En la primera fila se pone el nombre de los partidos (Partido 1, Partido 2, Partido 3...), mientras que en la primera columna escribimos el número de circunscripciones (1, 2, 3, ...). La segunda fila, correspondiente a la circunscripción 1 se rellena con el número de votos reales que ha obtenido cada partido.
Para rellenar el resto de la tabla, sólo hay que dividir los resultados electorales de cada partido entre el número de la fila correspondiente, es decir, entre 2, 3, 4... hasta completar el número de circunscripciones.
Pongamos que los partidos que han obtenido más del 3% de los votos son seis, en una provincia con 11 circunscripciones. Si nos inventamos el número de votos que ha obtenido cada partido, nos quedaría una tabla como la siguiente:
División | Partido 1 | Partido 2 | Partido 3 | Partido 4 | Partido 5 | Partido 6 |
---|---|---|---|---|---|---|
1 | 168.000 | 104.000 | 72.000 | 64.000 | 40.000 | 32.000 |
2 | 84.000 | 52.000 | 36.000 | 32.000 | 20.000 | 16.000 |
3 | 56.000 | 34.667 | 24.000 | 21.333 | 13.133 | 10.667 |
4 | 42.000 | 26.000 | 18.000 | 16.000 | 10.000 | 8.000 |
5 | 33.600 | 20.800 | 14.400 | 12.800 | 8.000 | 6.400 |
6 | 28.000 | 17.333 | 12.000 | 10667 | 6.667 | 5.333 |
7 | 24.000 | 14.857 | 10.286 | 9.143 | 5.714 | 4.571 |
8 | 21.000 | 13.000 | 9.000 | 8.000 | 5.000 | 4.000 |
9 | 18.667 | 11.556 | 8.000 | 7.111 | 4.444 | 3.556 |
10 | 16.800 | 10.400 | 7.200 | 6.400 | 4.000 | 3.200 |
11 | 15.273 | 9.455 | 6.515 | 5.818 | 3.636 | 2.909 |
Una vez terminado este ejercicio, se procede a la entrega de premios, es decir, de escaños. Sólo podrán hacerse con un escaño los resultados más altos de la tabla. Si en la provincia hay once circunscripciones, tendrán silla en el Congreso los once números más altos de la tabla. En el ejemplo anterior, vemos los números más altos en negrita. Cuenta cuántos números en negrita tiene cada partido, y sabrás los escaños que se lleva.
NOTA: Aconsejamos utilizar un simulador del sistema D'Hont* si uno no quiere volverse loco.
Este sistema da lugar a situaciones bastante inverosímiles, como que un partido con más votos, tenga menos escaños en las Cortes españolas, ya que el procedimiento se aplica de manera independiente en cada provincia por lo que, los partidos que no obtengan escaños, pierden los votos de esa provincia. También ha dado rienda suelta a la mitología popular y que se escuchen afirmaciones tales, como que un voto vale más en una provincia que en otra, o que los votos en blanco favorecen a los partidos nacionalistas. En soitu.es queremos aclararte algunas de estas dudas para que sepas bien lo que haces cuando vayas a votar.
Es el mito que más se repite últimamente, a medida que se acercan las elecciones: Que si mi voto vale más en Lérida que en Madrid, que es mejor votar en Teruel que en Barcelona, o que la decisión con más peso es la de los sorianos. ¿Es esto verdad? La respuesta es sí y no.
En las provincias más habitadas, al tener más escaños, los votos quedan más repartidos. Es una regla universal: cuanto más grande sea el pastel a repartir, más toca a cada uno. Así, si Izquierda Unida necesitaba alcanzar el 15% de los votos para lograr un escaño, en Madrid puede obtener dos escaños tranquilamente, sin llegar al 7% de los sufragios. Es decir, en las provincias más grandes, se necesitan más votos para lograr un escaño, pero menos proporción, por lo que los partidos minoritarios quedan favorecidos en el reparto.
Votas en blanco cuando el sobre que depositas en la urna de tu colegio electoral está vacío. Son votos válidos y se tienen en cuenta en la primera fase del escrutinio.
En teoría, en elecciones como las nuestras, en las que se presentan varios candidatos, el voto en blanco favorece a los partidos mayoritarios, ya que hace que el escaño "cueste más". Lo explica el profesor de Sistema Político Español de la Univerisad Complutense de Madrid, Juan Carlos Monedero:
Si hay 1.000 votos y hay diez escaños, el primer escaño se adjudicaría a quien tuviera 1.000 votos, el segundo al que tuviera 500, el tercero al que obtuviera 333, etc. Así, hasta el décimo, que se le daría al que tuviera 100. Pero si además se sumasen, por ejemplo 300 votos en blanco, todo sube. El primer escaño 1.300, el segundo 650, etc. De manera que los partidos grandes tienen más oportunidades y los pequeños menos.
Sin embargo, la cosa cambiaría si el número de votos en blanco fuera más significativo. En ese caso, dice Monedero, "la gente estaría diciendo: me gusta la democracia pero no me gustan estos partidos", por lo que el voto en blanco significaría un "llamado de atención" a las facciones políticas españolas. Esto aún no ha ocurrido.
Votar es un derecho constitucional y, en algunos países como Australia, Argentina y los Países Bajos, es una norma de obligado cumplimiento. Se le denomina sufragio obligatorio. En España no es obligatorio ir a votar, y la abstención suele oscilar entre el 20 y el 30%.
Claro que la abstención puede servir también como baza electoral. Al menos así piensa el secretario de Comunicación del Partido popular, Gabriel Elorriaga que, en una entrevista en el Financial Times, aseguró que el PP se beneficiaría de que la gente se quedara en su casa el próximo día 9 de marzo. Este es, quizá, el motivo de que el PSOE haya pedido a los ciudadanos que "voten con todas sus fuerzas".
Una de las propuestas para resolver la injusticia para algunos partidos pequeños de ámbito nacional que, aunque reciben más votos, tienen menos representación, es eliminar las votaciones por provincias, y tener en cuenta los resultados totales del país. ¿Qué pasaría si aplicáramos D'Hont en este caso?
Tomemos como referencia los resultados de 2004. Ese año, en el que se contabilizaron 25.846.620 votos válidos, sólo cuatro partidos obtuvieron más del 3% de los votos: PSOE (42,64% ), PP (37,64% ), IU (4,96% ) y CiU (3,24% ).
Con estos resultados, veríamos tres diferencias claras con el panorama político actual:
De esta manera, en 2004, PP y PSOE seguirían siendo las principales fuerzas, pero con menos escaños y, de nuevo, Izquierda Unida sería la tercera fuerza del Congreso:
Analizando estos resultados es fácil darse cuenta de que Izquierda Unida es, sin duda, el mayor perjudicado del sistema actual, perdiendo alrededor de 10 escaños. Sin embargo, desde la directiva de este partido, no culpan a D'Hondt de esta situación, ya que consideran que es "una mera fórmula matemática". Para Juan Carlos Monedero, este fallo podría corregirse aumentando el número de diputados a 400, como permite la Ley Electoral. "Para favorecer la proporcionalidad, se podría aumentar la circunscripción o aumentar el número de escaños", explica el profesor.
El 'voto útil' es el sufragio emitido por una persona, no para que gane el partido al que está votando, sino para que pierda otro partido con posibilidades de ganar. Generalmente, es la consigna de las filas socialistas para aglutinar el voto de la izquierda en contra del PP.
Izquierda Unida cree que "el PSOE se aprovecha, en este sentido, de la injusta ley electoral que prima el voto a los partidos mayoritarios en cada ámbito y penaliza el de Izquierda Unida", ya que la única posibilidad de 'voto útil' en España es el voto al PP para frenar al PSOE, o viceversa. Además, han lanzado una campaña explicando cómo, en ocasiones, el voto útil de la izquierda al PSOE, puede acabar favoreciendo al PP.
Si quieres saber más sobre las elecciones y cómo votar, puedes consultar en:
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