BARCELONA.- Apenas dos meses después de la presentación del Nano, el microcoche de unos 2.000 euros, la marca automovilística ha superado todas las previsiones. De hecho, la cifra de pedidos del coche, es la que Tata tenía prevista ¡para los próximos tres años!
Maruti, la empresa que fabricaba hasta ahora el vehículo más económico a la venta en la India ha visto caer sus ventas en un 30%, el mercado de ocasión amenaza ruina e incluso los fabricantes de motocicletas indios han notado el efecto Nano. El nuevo coche barato, anunciado hace sólo dos meses por Tata, ha generado unas expectativas muy superiores a las previstas, y corre el riesgo de ser el culpable de la próxima oleada de alzas en el precio del combustible y causar, con su éxito, una numerosa colección de víctimas colaterales.
Recordemos que el Nano es un pequeño automóvil de cuatro plazas: mide 3,20 metros y equipa un motor de 624 c.c. y 33 CV de potencia, acoplado a una caja de cambios de cuatro velocidades. Consume 4,2 litros a los 100 km, lleva frenos delanteros de disco, un depósito de 30 litros y, como equipamiento opcional, aire acondicionado. No incorpora dirección asistida, ni radio. Los asientos son fijos, los amortiguadores de marca blanca y la instrumentación está reducida al mínimo, con velocímetro e indicador del nivel de gasolina.
La primera pregunta a responder es cómo conseguirá Tata responder a la demanda, muy superior a la esperada. La marca no tiene más plantas de fabricación que puedan ensamblar este pequeño turismo, pero podría encargar que se lo fabricaran otros constructores o, simplemente, ampliar la planta actual para doblar o triplicar la producción, prevista en principio, en 500.000 unidades/año.
En segundo lugar, Tata deberá poner freno a su proyecto de entrar en el mercado chino con este modelo pese a que las primeras prospecciones de mercado eran muy positivas. Lo primero es poder atender la demanda en el mercado doméstico. Y no hablemos ya de Europa donde no aparecerá, como muy pronto, hasta 2011. Para esa fecha, el importador de Tata en España, el Grupo Bergé, trabaja con la hipótesis de vender el coche en nuestro país aunque homologado no como turismo sino como cuadriciclo ligero, como los actuales coches sin carnet con motores diesel. El otro problema que puede generar el éxito del Nano es el aumento del precio de los combustibles. Hasta ahora se hablaba del año 2015 como el del bloqueo técnico de la industria de refinado. Los cálculos de las petroleras señalaban esa fecha como la del momento en que la demanda sería superior a la capacidad de producción como consecuencia del acceso a los vehículos a motor de millones de indios y chinos. Si Tata es capaz de aumentar la producción del Nano, la demanda de gasolina procedente de la India puede adelantar ese horizonte 2015 y provocar un aumento notable del precio de los carburantes.