Con el chándal y los tacones, arreglá pero informal... Así cantaba Martirio en sus 'Sevillanas de los bloques'. Así, con un poco de ironía hacia el look del extrarradio. Hacia el chándal de mercadillo, el acrílico que saca chispas y la equipación completa del Real Madrid. Pero como todo tiene una vuelta de tuerca llegan los Dolces, los Gabannas y toda la troupe de creadores de tendencias y sacan el chándal a la pasarela. En punto, en licra, con transparencias, de algodón... Todo es posible para esta prenda. Hasta ponerse unas botas por encima, en plan Naranja Mecánica, y salir a pasear.
Olvídate de rescatar tu viejo chándal de las esclavas del Sagrado Corazón. No funciona. Es la misma historia de siempre. Se lleva el chándal, pero no el que tienes en el armario. Los diseñadores se las ingenian para pasar la prenda por su batidora y devolverla customizada y adaptada a la temporada para que no puedas reciclar. Nuevos materiales, larguras variables, colores vibrantes...
Si te decides por hacerte con uno no caigas en el error de ponértelo con camiseta y playeras. Las nuevas propuestas apuestan por aquello que siempre juraste no hacer: mezclar el pantalón del chándal con prendas más propias de una cena en el Ritz. Combínalo con chaquetas estilo Chanel, collares y taconazos como hace Marc Jacobs. Parecido, aunque algo más deportivo, es lo que propone Serguei Povaguin: americana, tacones y gorra. Ane Valerie Hasch lo fabrica en tul blanco y lo mezcla con vestidos. Bernard Wilhem, el niño malo de la moda inglesa, se apunta al conjunto sudadera pantalón, aunque calza a los modelos con botas con flecos.
Estas son algunas de las propuestas para mujer, pero en esta tendencia todo son ventajas. Es una prenda cómoda, fácil y unisex. De hecho, Wilhem repite modelo para ellos. Y si pensabas que el tema chándal era pasajero estabas en un error. La pasarela masculina de Milán dejó bastante claro que la tendencia se mantiene para el invierno que viene. Viviene Westwood y sus alocadas mezclas de tejidos y colores, los pantalones/calzones de Dolce & Gabanna, en raso y con jersey de cuello vuelto para Bikkembergs...
Ahora sólo queda esperar a ver si esto es una extravagancia de pasarela o si esta mezcla imposible cala en la calle y confirma que Óscar Jaenada, defensor acérrimo del chándal con zapatos y chaqueta, es un gurú de la moda.
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