Gazprom, brazo ejecutor de la política energética del Kremlin, cumple quince años

Moscú.-  La corporación rusa Gazprom, que produce más gas que Estados Unidos y acoge una quinta parte de las reservas mundiales, cumple hoy quince años como principal brazo ejecutor de la política energética del Kremlin.

"Gazprom es uno de los garantes de la estabilidad energética mundial", aseguró Vladímir Putin, presidente ruso, en su mensaje de felicitación a los trabajadores (cerca de medio millón) con ocasión del aniversario.

No todos piensan así, especialmente desde que Gazprom protagonizara en los últimos tres años varios episodios de la conocida como "Guerra del Gas" con Ucrania, que originó cortes en los suministros a Europa.

Los países vecinos de Rusia acusan a Gazprom de utilizar las tarifas del gas para castigar a aquellos que no comulgan con el Kremlin, y optan por impulsar políticas de acercamiento a la UE y la OTAN.

Mientras, la Unión Europea teme que los tentáculos de Gazprom en forma de gasoductos conviertan a los países comunitarios en rehenes, una vez que la dependencia del gas ruso ha aumentado notablemente en los últimos años.

Fundado en 1993 por el entonces primer ministro, Víctor Chernomirdin, el consorcio siempre tuvo una gran influencia, aunque fue Putin el que lo convirtió a partir de 2000 en uno de los pilares del Kremlin.

El peso de Gazprom queda reflejado en el hecho de que el viceprimer ministro Dmitri Medvédev, más que probable sucesor de Putin en el Kremlin tras las elecciones de marzo, haya encabezado su consejo de directores durante los últimos ocho años.

Medvédev ya ha dicho que abandonará el cargo en caso de ser elegido presidente y su más que probable sucesor no será otro que el actual primer ministro, Víctor Zubkov.

Putin estimó hoy el valor de capitalización de Gazprom en 350.000 millones de dólares, superior al Producto Interior Bruto de países como Polonia, Austria o Noruega.

Además, subrayó que el Estado seguirá manteniendo el "control directo" sobre Gazprom, es decir, el 50,01 por ciento de las acciones del consorcio, cuya importancia para Rusia calificó de "estratégica".

Gazprom puede presumir de disponer de la mayor red de gasoductos del mundo y de producir en torno a 550.000 millones de metros cúbicos de gas, casi el 20 por ciento mundial.

No obstante, la ambición del gigante ruso es insaciable y no conoce fronteras, como lo demuestran los últimos contratos suscritos con Serbia y Bulgaria.

De esa forma, Gazprom tiene garantizada la rentabilidad financiera del gasoducto "South Stream", que pretende cruzar el mar Negro, y suministrar gas a Italia y el centro de Europa (Austria).

Ese proyecto se suma al Gasoducto de Europa del Norte (Nord Stream) con el que la compañía rusa espera bombear gas a Alemania, Holanda, el Reino Unido y otros países a partir de 2010.

Esos proyectos no sólo garantizan unos multimillonarios ingresos para Rusia, sino que hipotecan la viabilidad de los proyectos alternativos puestos en marcha por la UE, como Nabucco, cuyo futuro está actualmente en entredicho.

Además, Gazprom negocia la construcción de varios depósitos de gas en Austria, Bélgica y Hungría, idea que también manejaba la UE.

En septiembre del pasado año, Gazprom también se hizo con la llave del gas centroasiático, al firmar un acuerdo para el tendido de un gasoducto entre Turkmenistán y Kazajistán que enlazaría con el ya existente que suple a Rusia.

Ese acuerdo ha dejado en el alero los planes comunitarios y estadounidenses de construir un gasoducto que cruce el mar Caspio y enlace con la red ya existente en Azerbaiyán, el principal aliado energético de Occidente en la región.

Otros dos proyectos en manos de Gazprom son la explotación del yacimiento de Shtokman (mar de Bárents) y Sajalín-2, valorados en miles de millones de dólares y pretendidos por las mayores corporaciones mundiales.