Iberdrola es la segunda eléctrica de España y una de las principales privadas de Europa. Todo parece rosa -mejor verde- en su futuro... Incluso la pelea de alto voltaje que se libra en su central y que durará días, semanas, meses... Los protagonistas de la lucha son dos tipos únicos, para muchos los dos mejores ejecutivos y gestores de este país en la actualidad. Sus dos primeros apellidos son tan comunes como los de cualquier españolito de a pie, Sánchez y Pérez. Pero ambos han peleado fuerte durante años para salir de esa vulgaridad. Hoy, todo el mundo económico les conoce como Ignacio Sánchez Galán, o Ignacio Galán y Florentino, Floro o Flo , dependiendo del grado de amistad que el personal tenga con el personaje.
Sánchez (Galán) es presidente y consejero delegado de Iberdrola por méritos y ambición propia, que nunca ha ocultado ninguna de las dos cosas. Florentino es lo mismo en la constructora ACS, además de ex presidente del Real Madrid. Estos dos tipos se encontraron, de forma amigable hace algo más de un año y medio. Sánchez sugirió a sus amigos los Albertos que necesitaba ayuda antes de que alguien comprara su obra de lo últimos tiempos, Iberdrola. Y "los primos Albertos" ayudaron a Galán, rogando a Florentino que se comprara un paquete de acciones en Iberdrola. Ya van por el 13%. Han gastado unos 5.000 millones de euros, de los que sacan poca rentabilidad cada vez que el valor de la eléctrica baja del 10%, el precio de referencia al que compraron.
Cuando se produjo la extraña alianza de Galán y Floro, los analistas del sector energético y constructor silbaron por la sorpresa. "Vaya dos escorpiones dentro de un mismo frasco", exclamó uno de los sabios de la energía, apostando divertido por ver cómo acababa la pareja. ACS tiene el 45% de Unión Fenosa y no ocultó que lo que perseguía era crear un grupo importante, con la fusión de la poderosa constructora y de servicios -propiedad de los March, los Albertos y Florentino-, más Fenosa e Iberdrola. Desde luego, la idea de Pérez, a Sánchez no le ha gustado nunca. Los dos quieren mandar y, por supuesto, defender a los accionistas y al país.
Dicen las malas lenguas que para huir de Florentino, Galán comenzó su fuga hacia adelante. En poco más de un año el número uno de Iberdrola se ha comprado la británica Scottish Power y la americana Energy East. En ambos casos, a ACS se le dieron las cosas hechas.
Cansado de ser toreado por el salmantino -Galán nunca ha disimulado su afición por la ganadería, de hecho tiene una- el ex presidente del Real Madrid ha salido por Europa, buscando un socio para lanzar una opa sobre Iberdrola. Y así han aparecido primero Electricité de France (EDF), la primera eléctrica francesa y la cuarta de Europa, pero con el 85% de su capital en manos del Estado. El segundo novio es alemán, con menos probabilidades y de momento, sólo es rumor. Se llama E.on y ya coqueteó con Endesa, pero el asunto le salió mal.
Galán no quiere ni a franceses ni a alemanes. No los ha buscado él. Hace días que la lucha abierta, ha saltado de los medios económicos a los políticos. Y ahora debería tener la atención ciudadana, porque no en vano la eléctrica da luz a 27 millones de hogares repartidos por el mundo.
Para quien quiera seguir los rounds y apostar, ahí van algunas claves sobre los púgiles Sánchez y Pérez. Para los entendidos, Galán contra Flo.
Florentino Pérez Rodríguez es madrileño, nació en 1947, está casado y tiene tres hijos. Es Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Un tipo hecho a sí mismo, que militó en UCD y ocupó cargos medios en el Ministerio de Agricultura y Pesca, con Adolfo Suárez. Tras la llegada de los socialistas al poder, en 1983 entró en Construcciones Padrós, donde inició su brillante carretera en el mundo de las constructoras. Antes tuvo su último coqueteó con el partido Reformista Democrático (PRD), del que llegó a ser secretario general.
Ignacio Sánchez Galán es salmantino, casado y con cuatro hijos. Es ingeniero industrial y diplomado en Administración de Empresas. Comenzó su carrera empresarial en el grupo Tudor, tiene a gala hablar inglés, francés e italiano -sabe que ése es uno de los complejos de los empresarios de su generación- y tan sólo es tres años más joven que Floro, de 1950.
Ninguno de los dos es de orígenes ricos. Ni pata negra de las grandes fortunas españolas del franquismo ni de la transición. Pero ambos han servido y trabajado con gentes de apellidos con fortuna. Florentino sobrelleva a los primos Alberto Cortina y Alberto Alcocer, claves en la famosa operación Chamartín, la conflictiva venta de terrenos de la antigua Ciudad Deportiva del Madrid. Pérez también soporta con elegancia la carga de ser el empleado de lujo de los March, concretamente de Carlos, el hijo más público del antiguo banquero de Franco, Juan March. Los March, los Albertos y Florentino son los dueños de ACS, pero el madrileño se ha alzado con el respeto empresarial.
Galán también ha sido empleado de los ricos pata negra. Trabajó para Juan Abelló, el antiguo dueño de Antibióticos, el amigo del Rey, que fue su jefe en Airtel, donde Galán dio su salto definitivo al vender la operadora -Airtel Móviles- a la británica Vodafone. Luego Galán fue fichado por Íñigo Oriol, alias "el zorro plateado" de las eléctricas, que ya mayor, tenía problemas serios para sacar adelante la empresa que durante 106 años había sido emblema de la oligarquía vasca, Iberdrola. Se dice que Galán ahora mantiene las distancias tanto con Abelló como con Oriol. O más bien ellos con él.
Aquí la cosa parece estar más clara. Mientras Pérez despierta una cierta admiración por su cabeza y tiene fama de respetar los pactos y tener amigos, Sánchez despierta una cierta admiración también por su cabeza, pero no tiene amigos en el mundo empresarial, donde se le considera un tipo brillante, pero sin límites en su ambición. En esa imagen tiene mucho que ver su papel en la opa de Endesa, cuando no dudó en abandonar a la eléctrica que pilotaban Manuel Pizarro y Rafael Miranda -entonces sus amigos- por Gas Natural. Pizarro y Miranda no han tenido inconveniente en llamarle traidor. En estos momentos, el alias más manejado en el sector para Galán es el de "el israelita", porque está rodeado de palestinos y árabes por todos los sitios. Es el que menos amigos tiene, pero el que mejor dispara, como Israel. Y hasta ahora con una efectividad encomiable.
Como buenos ejecutivos, los dos saben nadar y guardar la ropa gobierne quien gobierne. Pero parece estar mejor entrenado Florentino. El ex presidente del Real Madrid -ya sea por su vieja militancia o por su expediente- ha sido amigo de Aznar y ahora frecuenta La Moncloa. Pero también Galán se ha paseado por el despacho de la oficina de Economía de Zapatero, antes liderado por Miguel Sebastián y ahora ocupado por su discípulo, David Taguas. Si acaso, Galán ha aparentado ser algo más centro izquierdoso que Pérez. Difícilmente va a recibir el salmantino el apoyo del PP de Rajoy, tras la traición a Pizarro, hoy flamante número dos del PP. Pero tampoco está claro que le vaya a respaldar y defender el Gobierno, a no ser que el asesor en la sombra, Miguel Sebastián, le susurre en el oído intensamente al presidente del Gobierno. Las palabras la semana pasada de Solbes sobre que no le gustaba que Iberdrola se trocease deben de entenderse más en clave francesa y de Estado que de respaldo a Sánchez Galán.
Ambos dos tienen dos pasiones importantes. De Florentino, por supuesto, está el fútbol y su sueño de recuperar la presidencia del Madrid. Lleva una vida austera y procura no dejarse ver con los ricos en lugares públicos. No va al fútbol. No hace deporte, si acaso algo de gimnasia de mantenimiento. Su afición es navegar. Lo suele hacer en Palma de Mallorca, donde tiene anclado su barco, de nombre Pitina II, el nombre de su mujer.
A Galán le gustan los toros. En el sentido literal de la palabra. Está casado con María Isabel Pérez-Tabernero, apellido tradicional ganadero y salmantino. Le gusta navegar, de ahí su cuidadoso patrocinio de la Copa América, en Valencia. Le gusta volar y usa un avión privado, aunque la empresa asegura que no es de su propiedad, sino de renting.
Pero lo que más practica Galán es la caza y se esfuerza por ir bien acompañado, ya sea de su antiguo jefe, Abelló, de Alberto Alcocer y, sobre todo, de Juan Carlos I, Rey de España. Dicen las malas lenguas que Sánchez daría cualquier cosa por formar parte del núcleo amistoso que configuran el Rey, Abelló, los Albertos y demás troupe del entorno real. Hace menos de dos semanas que Ignacio Sánchez-Galán ha invitado al Rey a una cacería organizada por él mismo, pero en la zona de Levante.
De sus aficiones brotan una parte de sus influencias, sobre todo en el caso de Galán, de quien se dice que tiene menos fieles que Florentino, precisamente por su espíritu ejecutivo, tan acorde con el capitalismo salvaje americano. En cuestión de negocio y defensa de empresa no hay amigos que valgan. Ese concepto es el que puede pagar ahora, dentro del mundo empresarial español, donde se da por hecho que no va a encontrar aliados para luchar contra la ofensiva de Pérez. A Sánchez no le importa, porque tal y como ha encontrado Scottish o Energy East, puede buscar más socios fuera, para defenderse de la opa.
A Florentino, conocido en otros tiempos como "el conseguidor", dadas sus buenas relaciones allá donde ha estado, le costará menos contar con apoyos nacionales, incluidos los del PP. Además, los March y los Albertos, sus socios y cada día menos jefes, son un respaldo seguro.
Se abren las apuestas. Pero no olviden que si Florentino navega con el viento a favor en su Pitina II, Galán es el representante de la ganadería de doña Isabel Pérez-Tabernero, su esposa, y está acostumbrado a lidiar con toros allá en la finca de Valdecaballo (Cilleros, provincia de Cáceres). Su ganado lleva la divisa azul y blanca, cuya marca es una "muesca en ambas orejas". ¿Será esa muesca el aviso para los navegantes que quieran puentear al cazador?
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