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Alonso y su R28, la contracrónica

    • La foto olvidada, el nuevo coche de Alonso, el periodista hooligan y mucho más
Por CRISTIAN MESTRES (SOITU.ES)
Actualizado 01-02-2008 11:32 CET

PARÍS.-  Sobria y efectiva, como en los viejos tiempos. Renault festejó el día 0 de su R28 con una presentación ajena a los grandes fastos de antaño, despertando sensaciones de humildad, algo de pesimismo respecto al año entrante y muchos, muchísimos pequeños detalles. No los habrás leído ni en la red ni en papel. Soitu te los desvela en exclusiva.

París aguardaba al millar de periodistas invitados al lanzamiento del R28 con una interesante exposición de los coches de competición de Renault en la actualidad. Estaban todos, desde el nuevo y bellísimo World Series 3.5 al Fórmula Renault, el nuevo Dallara-Renault de la GP2 y, bien arrinconadito, un Red Bull de F-1, escudería para la que el fabricante galo suministra motores.

Bajo el pequeño estrado en pendiente donde descansaban los monoplazas se escondía un interesante mural fotográfico con todos los pilotos del equipo Renault de F-1 de la historia. Bueno, miento. Todos no. Faltaba la imagen de un tal Heikki Kovalainen, el primer gran fruto del programa de jóvenes talentos de la Régie y actual sustituto de Alonso en McLaren. ¿Descuido casual? ¿Premeditado? En cualquier caso, presidía la escena una unidad del R27 con los apellidos «Fisichella» y «Kovalainen» bien adheridos al cockpit. Esa misma unidad sería escenario de la primera foto de la jornada. Fernando Alonso salió del backstage vestido con su nuevo mono de faena y se hizo una foto junto a Carlos Ghosn, presidente del Grupo Renault, y Flavio Briatore, manager del equipo galo de F-1. De poco sirvieron los ruegos de Patrizia Spinelli, jefa de comunicación (o contricante de los medios en los circuitos, llámenlo como quieran) de Renault F1, a la prensa para que no tomaran una instantánea. «This is a private photo, please, do not take pictures»... Cómo son estos franceses, que deciden hacerse una foto privada en la zona donde había más periodistas con la cámara en ristre...

A las 14h llegó el gran momento. Renault nos reunió en el auditorio para desvelar su proyecto 2008. Lo primero, el vídeo de rigor, marcado por la palabra «together» (juntos): «Performing together», «Succeeding together», Committed togeher»... Todo estaba preparado, pero nos quedó claro: esto no es McLaren, aquí se trabaja en equipo. Acto seguido, apareció Peter Windsor, conocido freelance británico y conductor del acto, que poco a poco fue dando la bienvenida a Ghosn, Briatore, Alonso, Nelsinho Piquet y los pilotos del Renault Drivers’ Development, Romain Grosjean, Ben Hanley y Luca Filippi. Todos ellos nos regalaron una larga serie de declaraciones políticamente correctas jalonadas de avisos para navegantes, por si alguien tenía dudas de que Ferrari y McLaren son, hoy por hoy, los únicos aspirantes al título.

A continuación llegó el gran momento, que muchos podrían leer en clave gafe. Renault aprovechó la presentación del R28 para dar a conocer su nuevo Twingo RS, la versión deportiva (bueno... 133 CV no dan para mucho) del exitoso utilitario galo. «Espero probarlo pronto y deciros cómo va. Parece perfecto para la ciudad, aunque le faltan caballos», revelaba Alonso. «Qué duro es volver a casa», debió de pensar en ese momento el asturiano. Y es que, convendrán conmigo que el cambio es notable: del Mercedes Clase E al Laguna; del SLR McLaren al Mégane RS, y del CLK 63 AMG de 481 CV a... un Twingo de sólo 133. Pero por encima de eso, ya nadie duda de que escenas como la de los tests de Jerez en enero de 2006, en que Alonso se presentó conduciendo un flamante Mercedes para presumir de su recién anunciado fichaje por McLaren, ya no volverán a repetirse. Cómo cambian los tiempos... Eso sí, aunque con cara de pocos amigos, el asturiano insiste: «Soy muy feliz aquí».

La última parte de la presentación quedó reservada a las entrevistas por grupos con pilotos y managers. El horario estaba gestionado como de costumbre, esto es, la prensa inglesa tenía horario reservado con todo el mundo, pero si eras italiano, francés o español te tenías que renunciar a entrevistar a Flavio Briatore o Nelsinho Piquet. Bueno, al fin y al cabo, la F-1 viene de donde viene... Eso sí, este año, a diferencia de los tres anteriores, los responsables de comunicación de la marca separaron a los periodistas de los protagonistas, que quedaban envueltos tras una cinta protectora. «Así nadie se atreve a tocarlos», decían algunas voces...

Y empezó la batería de preguntas, de la que habrán tenido buena cuenta si han seguido soitu.es o cualquier medio de comunicación en España. Sin embargo, nosotros nos quedamos con dos detalles. El primero, la siguiente pregunta, formulada por un periodista a Fernando Alonso: «¿Te hemos decepcionado la afición española?». Feo feo. Y yo me pregunto: ¿dónde acaba el fan y empieza el periodista? Segundo, la sinceridad de Alonso hablando de la afición: «La F-1 está sobredimensionada en España. La gente opina de cualquier cosa, pero en realidad, ¿qué saben?». El tercer detalle que no nos gustó un pelo fue el nulo interés de los nuestros por conocer a Romain Grosjean, segundo probador de Renault en F-1 y una de las mayores esperanzas del automovilismo mundial. Sólo un par de informadores de nuestro país se acercaron a interesarse por el futuro. Sí, ya sabemos que aquí sólo vende el «Alonso, Alonso y nadie más», pero a veces vale la pena conocer al enemigo antes de escribir barbaridades sobre él, como se demuestra si repasamos las barbaridades que se decían sobre Lewis Hamilton durante la pretemporada pasada...

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