BARCELONA.- Un peatón tiene más posibilidades de morir atropellado en España que en el resto de Europa. Esto es lo que se desprende del último estudio de EuroTest, que ha analizado los riesgos de los pasos de cebra de diez países de la UE (Austria, Bélgica, Gran Bretaña, Alemania, Finlandia, Italia, Holanda, Noruega, Suiza y España).
El objetivo es determinar la peligrosidad de los pasos de peatones en los diferentes Estados, concienciar a los usuarios de la vía y proponer a la Administración medidas urgentes para reducir el número de fallecidos por atropello.
En 2005 se contabilizaron un total de 680 peatones muertos en nuestro país. Aunque esta cifra es casi un 30 % inferior a la de 2001, seguimos estando a la cabeza en el ranking de países europeos con mayor número de atropellos mortales por cada millón de habitantes. Concretamente, el índice es del 15,7 %, un diez por ciento más que, por ejemplo, Holanda.
En las grandes ciudades, como Madrid o Barcelona, un tercio de las víctimas mortales en accidente de tráfico era viandante. De éstas sólo una de cada diez falleció en un paso cebra (el resto fue arrollado por cruzar por donde no debía). De todos modos, la señalización de los pasos de peatones en nuestro país tiene algunas carencias de seguridad en su diseño.
La normativa nacional no determina puntos tan necesarios como la visibilidad mínima o la distancia máxima entre dos pasos cebra. De todos modos, el Eurotest no establece una correlación definitiva entre las carencias normativas y la mortalidad peatonal, ya que en esta última también intervienen aspectos sociológicos y de movilidad.
Y es que los cambios de hábitos en la población influyen directamente en su comportamiento. De hecho, cada vez se han detectado más incidentes en los que se han visto involucrados peatones que escuchaban música con cascos o que estaban escribiendo un mensaje con el móvil. Todas estas distracciones que traen consigo las nuevas tecnologías también pueden resultar mortales.
Por otro lado, las multas por no respetar un paso de peatones son de las más bajas de Europa (de 91 a 300 euros) y el carnet por puntos sólo contempla una penalización de dos puntos por aparcar en un paso de peatones. Quizás si las sanciones fueran de mayor dureza, los conductores respetarían más los puntos de paso.
Pero no hay que criminalizar exclusivamente a los automovilistas. Como se ha dicho antes, la inmensa mayoría de atropellos, han tenido lugar fuera de los enclaves indicados, por lo que las sanciones también tendrían que imponerse a las personas que ponen en peligro la seguridad vial.
Los clubes que han formado parte del estudio piden que se realice una sensibilización específica a conductores y ciudadanos en función de sus necesidades. Con este objetivo, el RACC ha lanzado la campaña de concienciación "¡Atención! Todos somos peatones", que, entre otras cosas, permite a los ciudadanos expresar sus quejas online a través del servicio "Via Directa" de la web.
El club se encargará de trasladar las reclamaciones a la Administración para que ponga cartas en el asunto. Así, si detecta algún paso de peatones peligroso, no dude en comunicarlo, pues su queja no caerá en saco roto.
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