21 joyas bañadas en sangre

Resulta extraño lo difícil que es encontrar comentarios y noticias acerca de esta exposición de Teresa Margalles en la Galería Salvador Díaz y que bajo el titulo 21, nos adentra en una situación realmente perturbadora que está ocurriendo desde hace ya tiempo en Sinaloa, norte de Mexico, donde a lo largo de este año se han dado más de 2.800 asesinatos por ajustes de cuentas y de los que esta artista nos acerca a 21.

Margolles ha recopilado una enorme cantidad de vidrios extraídos de ajustes de cuentas del crimen organizado registrados en los últimos meses. Con los cristales, un joyero local, especializado en la creación de alhajas para narcos, ha diseñado una colección de joyas.

Parece como si de algún modo, desde Eldorado nunca encontrado, nos estuvieran devolviendo los espejuelos con los que los primeros conquistadores engañaron a los indígenas, cambiándoselos por oro y que ahora regresan como elaboradas joyas en las que el lujo y la muerte van de la mano. Me temo que esto es más habitual de lo que a todos nos gusta imaginar.

Las piezas de color verde son los cristales recogidos bien del escenario del asesinato o bien de los cuerpos de las víctimas. En las vitrinas, junto a cada joya, se aportan detalles de lo sucedido en cada caso.

Margolles, artista mexicana de amplio recorrido por los circuitos más importantes de Europa y América, ha realizado una exposición impresionante, compleja por el entrelazado de sus múltiples niveles de lectura y al mismo tiempo, directa y clara. Trabajos anteriores de la artista de Sinaloa, han hecho correr regueros de tinta entre quienes se hacen eco de la crítica fácil y del análisis morboso de unas propuestas mucho más profundas que las formas que las contenían.

No siempre se tiene la oportunidad de ver una exposición de semejante intensidad. No hay que perdérsela.