Quito.- La emigración tiene cada vez más vigencia a nivel mundial, dijo hoy Alejandro Guidi, jefe de la misión en Quito de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), durante una ceremonia por el Día Internacional de los Derechos de los Trabajadores Migratorios y sus Familias.
Guidi dijo que el fenómeno de la migración "es un proceso de la globalización con una tendencia cada vez más vigente", pues se calcula que unos "200 millones de personas viven en un país que no es el de su origen", y de las cuales "la mitad corresponde a mujeres".
Según el jefe de la OIM en Ecuador, esos emigrantes, que trabajan de forma regular y en ocasiones irregular, y que generalmente son de países en vías de desarrollo, enviaron a sus hogares en este año alrededor de 240.000 millones de dólares.
Pese a que el trabajo de los emigrantes contribuye de forma "considerable al crecimiento económico y prosperidad de los países de acogida y mundial", muchos de ellos "trabajan de forma precaria y son objeto de abusos y discriminación", dijo Guidi.
Por ello explicó la necesidad de que los gobiernos establezcan políticas migratorias que beneficien a las personas que salieron al exterior, a los familiares que se quedaron en los países de origen y a los extranjeros que se encuentran en sus territorios.
Guidi, quien calificó a la emigración como un "fenómeno malo", indicó que los grupos de derechos humanos y las organizaciones de emigrantes luchan por garantizar la movilidad laboral mundial, lo cual, a su criterio, se puede conseguir mediante el diálogo y acuerdos con entidades públicas y privadas.
"Queda mucho por hacer para garantizar esa oferta y demanda a nivel global", indicó Guidi y dijo que se requiere una política de empleo y contratación transparente, que pueden establecer los gobiernos de origen de los emigrantes y las naciones de destino.
El jefe de la OIM en Ecuador señaló, además, que los gobiernos deben promover la capacitación de los emigrantes, con el objetivo de que conozcan sus derechos y obligaciones.
La emigración "es un derecho y debe ser una práctica que se promueva de forma regular y humana" para, de esa manera, "evitar y combatir el tráfico y trata de personas", añadió Guidi, tras reclamar a los gobiernos de origen de los emigrantes emprender acciones para evitar la salida de sus compatriotas.
Guidi destacó el trabajo que efectúa actualmente el Gobierno ecuatoriano, a través de la Secretaria del Migrante, que prepara una estrategia para el desarrollo humano de todos los actores involucrados en ese fenómeno.
Por su parte, el embajador ecuatoriano Emilio Izquierdo dijo que el Gobierno de Quito reitera el compromiso para defender a los emigrantes ecuatorianos y que, por ello, trabaja con entidades internacionales para "afianzar y consolidar" la regularización de todos los ecuatorianos en el exterior.
Además, dijo que el Gobierno impulsará el Plan Retorno, con el que pretende que muchos ecuatorianos regresen al país de una manera "digna".
Unos tres millones de ecuatorianos residen en el extranjero, la mayoría de ellos en España, Estados Unidos e Italia.
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