MADRID.- Cualquier excusa es buena para que PP y PSOE se tiren los trastos a la cabeza. Un pequeño animal se ha convertido esta vez en arma arrojadiza entre los dos grandes partidos: el conejo. La polémica ha llegado rápidamente a la ciudadanía que discute el tema... ¡en el mercado!.
El Gobierno piensa que la carne de este pequeño saltarín es una buena alternativa para que la subida de los alimentos no termine destrozando los bolsillos de las familias españolas.
Para el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, "no es lo mismo un conejo que un pavo de Navidad" , y su segundo de a bordo, Ángel Acebes se ha burlado del asunto catalogándolo como "crisis del conejo".
Y si el conejo se ha convertido en un objeto de controversia política, cualquier rincón de la calle puede servir como un improvisado foro de debate.
Así, en el Mercado de Chamartín (Madrid), todos se han hecho eco de las declaraciones del secretario general de Agricultura y Alimentación, Josep Puxeu y hay opiniones para todos los gustos.
"Que se lo coman ellos". Encarna, una de las habituales de la pollería Félix, tuerce el gesto al referirse al tema. "El conejo es una comida de pobres", explica. Minutos antes el carnicero bromeaba asegurando que Encarna es "una sibarita". Ella lo tiene claro: "El conejo se lo va a comer Zapatero".
Carmen llega en ese momento y le replica con tono conciliador. "Hay que tranquilizarse, que estamos en Navidad", comenta. A ella no le parece tan mal la idea y opina "que lo coma quien le guste".
Pero al conejo le espera un obstáculo que va más allá de la discusión política: la batalla contra las costumbres. Encarna comerá "lo que le apetezca ese día". Por su parte, Carmen comerá cabrito. "Es que soy de Extremadura, ¿sabes?", explica ella, "en mi casa comemos cabrito desde que nací".
Felix, que atiende en uno de los puestos de Hermanos Gómez en el mercado, sabe bien que el español es muy tradicional en lo que a gastronomía se refiere. "La gente come más pavo, capón y otras aves de este tipo", comenta el pollero.
Para él, la invitación a comer conejo por parte de las autoridades "ha venido muy bien al sector". Según él, "la gente está preguntando más por la carne de conejo", y tiene claro que, "cuanto más se promocione, mejor".
Lo más sorprendente del caso es que la carne de conejo no es, ni mucho menos, la más barata. "La gente no come mucho conejo. Prefiere el pollo, que está a mitad de precio", asegura.
De hecho, mientras un kilogramo de conejo puede alcanzar perfectamente los 6 euros, el precio del pollo oscila entre los 3 y los 5 euros el kilogramo. Otra opción más económica es la ternera rosada, que se puede encontrar a partir de los 5 euros. Y cómo no, para los que cuenten con un presupuesto más holgado están las chuletillas de cordero lechal, que pueden llegar a costar más de 20 euros el kilo. Y eso que sólo estamos hablando de carnes...
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