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Los 180 minutos de Luis Aragonés

Por estheruky
Actualizado 26-06-2008 19:40 CET

A punto de que el combinado español salte al terreno de juego de Viena y a pocos minutos de que España se enfrente al partido más importante en 24 años, Luis Aragonés está a dos partidos de abandonar la selección española. Sólo le faltan dos encuentros, ganen o pierdan esta noche ante Rusia, para dejar el banquillo nacional y dirigirse, al menos en principio, a probar suerte en el Fenerbahce turco.


A punto de cumplir setenta años, el próximo 28 de julio, Aragonés ya ha terminado su cometido al frente de la roja. Lo avisó antes de trasladarse con el equipo a Austria y lo repitió en alguna que otra rueda de prensa. A El sabio de Hortaleza le restan 180 minutos, más las posibles prórrogas y penaltis que tenga que dirigir, para decir adiós a España. A partir del próximo 30 de junio, el banquillo nacional busca dueño.

El madrileño cogió la batuta de la selección española el pasado 18 de agosto de 2004 ante Venezuela. El choque concluyó con victoria española por 3-2. Desde su nombramiento ha dirigido 52 encuentros con la roja, con unos números envidiables: 37 victorias, 11 empates y sólo 4 derrotas. No sólo eso, España lleva veinte encuentros imbatida. ¿Por qué no apostar por el veintiuno?

Muchas polémicas y críticas han acompañado a El Abuelo, como se le denomina cariñosamente, en estos cuatro años. Las palabras de ánimo a Reyes que fueron tildadas de xenófobas y por las que tuvo que pagar una multa a la UEFA de 100.00 francos suizos (unos 3.000 euros), además de ser advertido de futuros castigos más severos en caso de protagonizar incidentes parecidos.

La no convocatoria de Raúl trastocó a toda España que lo convirtió en tema nacional. Portadas de periódicos, debates radiofónicos, llamamientos a favor del capitán blanco y una infinidad de locuras más eclipsaron la labor del seleccionador, mientras media España, sobre este tema hubo una dicotomía que llegó a dividir en dos al país de Cervantes, criticaba la labor de Aragonés. El hat-trick de Villa en el primer encuentro y su gol “in extremis” ante Suecia acallaron las bocas raulistas y todo el mundo se rindió ante el nuevo siete de España.

El entrenador español defendió el equipo que creía y que quería. Buscó la unión del vestuario como principal arma ante sus adversarios. Los jugadores le respetan y le valoran. Los jugadores apoyan su marcha pero reconocen lo importante que ha sido y que es para ellos. Luis Aragonés está a un paso de la cima, de la que se bajará el próximo domingo para escalar otra, la turca.

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