Los 10 mandamientos de internet según soitu.es

Lo mismo alquilamos una oficina, que se nos ocurre un nombre, nos tomamos el aperitivo o recibimos a Jean François Fogel. Y todo, sin quitarnos el pañuelo de albañil de la cabeza. Porque hemos venido a trabajar. A poner en marcha el proyecto que tanto nos excita. Vamos a dejarnos acribillar a ideas. Queremos situarnos en mitad de la red y que la información nos atraviese. Mientras nos divertimos, por supuesto. Hasta cuando sudamos la gota gorda, nos reímos. De nosotros mismos. ¿Estamos zumbados o nos impulsa la certeza de que internet avanza por otros derroteros?