Guardiola ha ascendido a los cielos esta noche. Muchos confiaban en su catecismo, en su concepción del fútbol aprendida en la escuela de Cruyff, en su culto a la pelota y al toque. Sin embargo, ni los más optimistas podían soñar con una primera temporada que alcanzara la perfección, superando incluso al maestro. Guardiola ha tomado brillantes decisiones que han permitido al Barcelona desplegar su fútbol sin complejos e imponerse hoy al Manchester en la final de la Liga de Campeones por dos goles a cero. Por ejemplo, al sacar de su sitio a Messi y convertirlo en un apoyo para el centro del campo. ¿Cómo podrá superar Guardiola el año próximo el mito que ha creado esta temporada?
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