Tras más de seis décadas de independencia, la India sigue siendo un país compuesto por numerosas castas y clases, donde las diferencias regionales persisten, por ejemplo en las llanuras del Ganges. En esta región algunos 'intocables' —más conocidos ahora como dalit— todavía siguen sin poder beber de la misma fuente que las castas superiores. Así, los políticos han centrado su campaña, más que en las clases medias, en los millones de habitantes que han quedado al margen del 'boom' económico experimentado. La India sigue teniendo índices de malnutrición y mortalidad infantil peores que en el África subsahariana.
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