El pescador filipino Tero Alih y su familia muestran las cientos de serpientes de mar que viven en su cobertizo, en la Bahía de Sibuguey. Alih se vio obligado a abandonar su antigua casa por el gran número de serpientes de mar que aparecieron tras acoger a dos de ellas que habían quedado atrapadas tras el paso de un tifón. Sin embargo, las serpientes le siguieron a su nuevo hogar y actualmente viven bajo su cama. Alih recibe una ayuda del gobierno filipino para mantener este santuario.
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