Hay algo que han hecho todos los ciudadanos: arreglar sus tumbas. Durante la guerra los entierros eran cortos y peligrosos. Los artilleros disparaban contra los cementerios. Los muertos eran enterrados en fosas uniformes. Una pequeña estela de madera con el nombre, el año de nacimiento y de la muerte de la víctima señalaba el lugar exacto. Las tumbas se cubrían de nieve durante los terribles inviernos. Nunca había flores. (más»)