De la Casa Blanca partió la iniciativa de convocar este encuentro, en el que buscar soluciones sobre cómo afrontar la crisis y evitar otras en el futuro. Por su parte, Sarkozy, como presidente de turno de la UE, se ha esforzado en impulsar una postura común para los países europeos. El líder francés ha puesto enfásis en reformar la regulación financiera y en acabar con un capitalismo que se ha alejado de sus bases éticas.