El 5 de noviembre de 1978, los austriacos votaron en referéndum el uso de la energía nuclear. Un 49,53% de los votos daban el sí, pero un 50,47% decidieron por el no. Y este estrecho margen de menos de 30.000 papeletas de diferencia bastó para cerrar la central nuclear de Zwentendorf antes de que empezara a funcionar. Desde entonces, esta instalación permanece parada en el tiempo como una central fantasma. Hasta ahora. La empresa EVN ha anunciado que quiere producir allí electricidad. Eso sí, con unos cambios. "Queremos convertirla en una central fotovoltaica", nos dicen desde esta compañía eléctrica.