Por si fuera poco, muchos de los grandes ejecutivos de las empresas arruinadas abandonan sus puestos de trabajo con importantes indemnizaciones comprendidas dentro de sus cláusulas de contrato (las 'golden parachute' -paracaídas de oro-). Enseguida cundieron las protestas contra la idea de que los responsables de hundir el sistema financiero se fueran tan tranquilos. Para más inri, en el borrador del plan de rescate a penas se trataba el tema.