Minox comenzó a fabricar diminutas cámaras para espías en 1938, y 70 años después han decidido que ya iba siendo hora de adaptarse a los nuevos tiempos, así que las han digitalizado. Los tres megapíxeles de la recién presentada Digital SpyCam, que cuesta 200 euros, son tan modestos como pequeña es la cámara. Tal y como sucedía con las versiones analógicas de la firma se ofrece por separado un flash que, como novedad, incluye una pantalla de una pulgada y media para ver las fotos. Aunque cualquier móvil de hoy día puede hacer lo mismo que estas cámaras las Minox son un auténtico mito. La marca también ha lanzado un cinturón y un bolígrafo que incluyen discretas cámaras para filmar todo lo que te rodea. No te pierdas la red social que andan creando para sus afortunados propietarios.