En realidad, Brenda-Shannen Doherty llevaba el flequillo para disimular la falla que dividía su rostro, pero lo cierto es que todas las adolescentes de los 90 intentaron emular su peinado. En los últimos dos años, el flequillo bien tupido ha tapado hasta la frente de gente como Kate Moss, y es un adorno muy recurrente en muchas pasarelas y en la vida normal. El flequillazo nunca muere.