Al final, la lluvia. Los deportistas, organizadores y aficionados al tenis estaban muy preocupados ante la posibilidad de que el asfixiante calor perjudicara el rendimiento de los tenistas. Pues bien, finalmente, el calor no ha sido el protagonista, sino la lluvia, que ha obligado a retrasar durante algunas horas los partidos programados para esta jornada.