San Isidro es un gran día para los niños madrileños. No hay cole, hay atracciones y encima hay dulces especiales. Junto a los barquillos (un tipo de corteza dulce con forma de pajita que se tomaba con vino dulce), son propias de estas fiestas dos tipos de rosquillas, las tontas y las listas. Las rosquillas tontas no tienen agujero ni ningún tipo de acabado final -de ahí su nombre-, mientras que las listas van bañadas en azúcar 'fondant' de algún color.