El espacio público y el mobiliario urbano es fundamental para los diseñadores holandeses, que se enfrentan a estos campos con la misma creatividad y técnica que al diseño de interiores o de muebles para la casa: deben concebirse a la medida del usuario y solucionar necesidades latentes. Una exposición en Madrid recoge 149 piezas de diseño holandés hasta el 25 de abril en el Matadero de Madrid. Este dispensador automático de bicicletas fue creado por el estudio Springtime Industrial Design y ya se puede encontrar en algunas ciudades holandesas como Arnhem. Es un buen ejemplo del diseño de los Países Bajos: es funcional, sostenible, de líneas sencillas y con una estética atractiva.