Otro que se salió de la pista fue el finlandés Kimi Raikkonen, de Ferrari, que empezó como una bala y adelantó ocho posiciones en las primeras vueltas. En la 30ª vuelta, el actual campeón mundial pagó caro su esfuerzo y su aventura suicida al acabar en la arena cuando trataba de pasar a Kovalainen. Abandonó a falta de tres vueltas para el final, aunque se llevó un punto.