Sexo y luchas de poder. Hay parejas que viven continuamente en una lucha de poder. En estas circunstancias, el malestar y la desconfianza se van apoderando de ellos y les resulta imposible relajarse lo suficiente como para atreverse a tener sexo. La vida sexual suele desaparecer, o desciende considerablemente, entre otras razones porque la búsqueda de intimidad y ternura se ve seriamente afectada y el deseo se esfuma.